TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y EMDR
¿Qué es un Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT)?
El trastorno por estrés postraumático aparece tras haber experimentado un acontecimiento en el que está en peligro la vida de la persona. Las imágenes de la situación traumática vuelven a reexperimentarse una y otra vez en contra de la propia voluntad, a pesar del paso del tiempo, imaginándolo con todo lujo de detalles, acompañado de intensas reacciones de ansiedad tales como: preocupación, miedo intenso, falta de control, alta activación fisiológica, evitación de situaciones relacionadas…
A estas imágenes y a la ansiedad que provocan, así como al desarrollo de pensamientos relacionados con el acontecimiento traumático y sus consecuencias, se les da mucha importancia generando éstos más ansiedad, más estrés y más inseguridad.
Existe una pérdida de la sensación de control sobre la seguridad propia.
Se recuerdan muchos detalles de la situación y de las sensaciones vividas en los momentos del suceso. Esas sensaciones visuales, auditivas, táctiles quedan profundamente grabadas en la memoria y poseen una alta relevancia entre cualquier otro recuerdo. En ocasiones estas sensaciones pueden volverse intrusivas acudiendo una y otra vez a la mente, produciendo malestar, especialmente si se pretenden evitar.
Estos pensamientos así como el diálogo interno del individuo, provoca más ansiedad, genera sentimientos de culpa, de indefensión e impotencia, ira, rabia…
Con todo ello se produce un estado emocional que provoca un fuerte malestar psicológico, alta activación fisiológica y problemas de conducta a la hora de readaptarse a las distintas facetas de la vida cotidiana.
Las víctimas necesitan apoyo social de las personas que les rodean, necesitan que vuelva a fluir la comunicación, que hablen de sus pensamientos, imágenes, emociones, etc., necesitan reelaborar y reprocesar todo ese material.
Los sucesos traumáticos son reexperimentados persistentemente en al menos una de estas formas: imágenes, pensamientos, sueños, ilusiones, episodios de flashback recurrentes o sensación de estar reviviendo la experiencia, y malestar al exponerse a objetos o situaciones que recuerdan el acontecimiento traumático. Los síntomas de ansiedad o aumento de la activación (arousal) se manifiestan a través de dificultades para dormir, irritabilidad, mala concentración, hipervigilancia, respuestas exageradas de sobresalto, inquietud motora…
Todas estas alteraciones provocan malestar clínicamente significativo y deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
Estas alteraciones duran un mínimo de 2 días y un máximo de 4 semanas, y aparecen en el primer mes que sigue al acontecimiento traumático sin que se deban a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (drogas, fármacos) o a una enfermedad médica.
Las personas que presenten estos síntomas tienen un cuadro clínico de estrés agudo, que todavía no ha llegado a ser de estrés postraumático. Lo será cuando transcurra más de un mes con dichos síntomas.
Aplicación de la Terapia EMDR
La terapia EMDR se basa en la comprensión del efecto de las experiencias vitales adversas y traumáticas y en el procesamiento de dichas experiencias a través de distintos procedimientos de estimulación bilateral como son:
Visual, donde el paciente mueve los ojos de un lado al otro guiado por el terapeuta. Auditiva, donde el paciente escucha sonidos alternados en ambos oídos. Está indicada en pacientes con algún tipo de discapacidad visual.
Kinestésica, donde el terapeuta golpetea suavemente y en forma alternada sobre las manos o los hombros del paciente. Al igual que la anterior está indicada en pacientes con discapacidad visual. Esta también permite mayor facilidad a la hora de acceder a los recuerdos, por el estado de concentración que se crea al tener los ojos cerrados y no haber interferencia con ningún otro estímulo visual.
En el proceso con EMDR, el terapeuta trabaja con el paciente para identificar un problema específico que será el foco del tratamiento. El paciente describe el incidente traumático, a partir del cual es ayudado por el terapeuta para que seleccione los aspectos más importantes y que más lo angustian de dicho incidente. Mientras el paciente trae a la mente partes del recuerdo traumático, el terapeuta procederá a la estimulación bilateral a través de alguno de los procedimientos anteriormente mencionados aplicándolos mediante tandas de 30 segundos aproximadamente y cerciorándose entre una y otra de que el paciente esta procesando.
Con este procedimiento facilitamos la conexión entre los dos hemisferios cerebrales logrando el procesamiento de la información y la disminución de la carga emocional. El terapeuta guía el proceso, tomando decisiones clínicas sobre la dirección que debe seguir la intervención. La meta es que el paciente procese la información sobre el incidente traumático, llevándolo a una resolución adaptativa lo cual quiere decir: reducción de los síntomas, cambio en las creencias y como consecuencia la posibilidad de funcionar mejor en la vida cotidiana.
El abordaje empleado en EMDR se sustenta en tres puntos:
- Experiencias de vida
- Experiencias estresantes del
- Pensamientos y comportamientos deseados para el futuro.
El tratamiento con EMDR puede ser desde 3 sesiones para un trauma simple hasta más de un año para problemas complejos.
EMDR y Trastorno de Estrés Postraumático ( TEPT)
El trauma es una herida psicológica que puede ser provocada por distintas situaciones aunque existe una tendencia a asociarlo a problemas originados por grandes desastres naturales o aquellos causados por el hombre, como guerras, accidentes, abusos… A estos los llamaríamos Traumas con «T» por la gran magnitud de sus causas. También existe otra categoría de traumas con «t», cuyo origen está relacionado con hechos, aparentemente, de menor importancia. Algunos de estos pueden ser la desprotección, humillación, cambio de roles en la familia…
La importancia de las causas del trauma no determina la calidad del daño que éste produce. Puede ser tan dañino un «Trauma» (con T mayúscula) como un «trauma» ( con t minúscula), porque sus efectos dependerán de cada persona, de su historia y entorno afectivo, del momento en que se haya producido y de su reiteración a lo largo del tiempo.
No importa el origen del trauma, sino la manera en que afecta a la salud, la seguridad y el bienestar de la persona, pudiendo llegar ésta a desarrollar creencias falsas y destructivas de sí misma y del entorno.
EMDR es un abordaje centrado en el paciente que permite que el terapeuta estimule los mecanismos de curación inherentes al propio sujeto.
Con la terapia EMDR atacamos directamente a las sensaciones físicas producidas además de las creencias negativas y estados emocionales de los síntomas que perturban al paciente.
EMDR ha sido considerado para adultos con Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), pero también ha demostrado eficacia y rapidez para el tratamiento de duelos, fobias, trastornos de ansiedad, TOC, trastornos alimentarios, trastornos somatomorfos, adicciones, así como patologías de la infancia y adolescencia: adopciones, trastornos de conducta, hiperactividad, pérdidas…
Bases conceptuales
El cerebro tiene un sistema natural de autorregulación para llegar a un estado de equilibrio, estado de salud.
Este sistema es un dispositivo para integrar experiencias internas y externas.
Una experiencia incluye niveles semánticos, autobiográficos, somáticos, perceptuales, emocionales y conductuales. Las experiencias se convierten en memoria almacenada. Esta puede ser:
- memoria explícita o declarativa que es la semántica y autobiográfica, que puede ser llevada a la conciencia (corteza prefrontal, límbica y occipito-tempral)
- memoria implícita o no declarativa que comprende la memoria somática, perceptual (corteza perceptual), emocional (amígdala y otras regiones límbicas) y comportamental (ganglios basales y corteza motora).
Los elevados niveles de perturbación durante las experiencias traumáticas pueden causar el almacenamiento en la memoria de modo erróneo, sin poder conectarse con otras informaciones adaptativas. Esto da lugar a una red no procesada.
Estas experiencias no procesadas contienen las cogniciones, las emociones y las sensaciones del momento de los eventos perturbadores.
Cuando acontecen experiencias semejantes internas (cognición o asociación, es decir pensamientos o estímulos que asociamos al momento traumático) o externas (una situación con características similares), las percepciones se conectan con las redes no procesadas y surgen las cogniciones, emociones y sensaciones negativas que se vivieron en el momento de la experiencia traumática. Reexperimentamos el momento.
Con la Terapia EMDR podremos poner fin a expresiones cotidianas: «hay que pasar página», «tienes que superar el pasado»…
Actuamos, sentimos y pensamos sin tener noción consciente de la influencia pasada en nuestra realidad actual.
Hoy es ayer.